
En esta afirmación expresada por Jean Luc Godard en el libro “El Pensamiento del Cine” del autor David Oubina, es donde encontramos nuestro primer aporte para evidenciar sus claras y radicales opiniones acerca de la trayectoria artística cinematográfica.
“Pienso, luego veo”. Pero también: “pienso, luego uso el video”. Éste es uno de los primeros carteles, juegos de palabras, asociaciones libres, desplazamientos y operaciones de recontextualización de ideas que aparecen en Histoire(s) du cinéma, testimonio de la vieja fascinación godardiana por el juego de vinculaciones y disociaciones que el video abre en relación con el cine y con la posibilidad de pensarlo”. (Oubina, 2003)

Sin duda uno de los directores más polémicos que a lo largo de la historia de la nueva ola francesa hayan surgido y hasta el día de hoy sigue siendo uno de los más controversiales, tanto por la singularidad de sus rodajes y hasta por salirse de los estándares establecidos a mediados del siglo XX por los directores de mencionado movimiento fílmico.

Concepción de Godard sobre el cine

En una de sus entrevistas en el festival de Cannes 2014 este menciona como el amor por la literatura fue uno de los caminos para llegar a la filmografía y rectificando como el cine representaba de mejor manera lo que la literatura y la filosofía no podían demostrar por medio de las letras, afirmando que es un nuevo camino para contar algún tipo de historia.
RUDOLF
Destaca “Godard era muy atrevido en la manera de filmar. No necesitaba argumento, ni seguía una línea narrativa clara si no le convenía. Su técnica era innovadora: filmaba con cámara en mano, utilizaba el documental, saltaba de un plano a otro, inventaba métodos según la necesidad aparecía. Para un cineasta convencional, Godard no sabía hacer películas, pero en eso consistía su estilo. Si a la ruptura formal añadimos sus ideas políticas radicales y su constante crítica a la Francia oficial de finales de los 50 y de los 60, tendremos como resultado a un artista muy polémico y controvertido, que despertaba pasiones y odios, pero que no dejaba a nadie indiferente” (Thing, 2005).